Larva
de Rhynchophorus palmarum
L. (Coleoptera: Curculionidae): Efecto
de la dieta en la síntesis de ácidos grasos esenciales
Larva of Rhynchophorus
palmarum L. (Coleoptera: Curculionidae): Effect of diet on the
synthesis of essential fatty acids
Larva de Rhynchophorus
palmarum L. (Coleoptera: Curculionidae): Efeito da dieta na síntese de ácidos graxos essenciais
Julio
Cesar Maceda Santivañez1,
Larry Oscar Chañi Paucar2
1Ingeniero Agroindustrial,
Escuela profesional de Ingeniería Agroindustrial, Universidad Nacional
Amazónica de Madre de Dios, Av. Jorge
Chávez 1160, Puerto Maldonado, Madre de Dios, Perú. Postgraduando en Biotecnologia y Recursos
Naturales, Universidade do Estado do Amazonas, Escola
Superior de Ciências da Saúde Av. Carvalho
Leal 1777,
Manaus, Amazonas, Brasil. cesantiv@gmail.com. 2PhD
student in food engineering, Graduate Program on Food Engineering, School of
Food Engineering, University of Campinas (UNICAMP), R. Monteiro Lobato 80,
13083-862 Campinas, SP, Brazil. Larry.76728@gmail.com.
Recebido:
08/07/2020; Aprovado: 22/02/2021
Resumen: Los insectos son
fuente importante de proteínas, vitaminas, aminoácidos, minerales y lípidos. En
ese contexto el presente estudio, evaluó el perfil de ácidos grasos esenciales del
aceite de larva de Rhynchophorus palmarum (Coleoptera: Curculionidae) sometida a tres
dietas de tejidos vegetales: Mauritia flexuosa (Arecaceae), Oenocarpus bataua (Arecaceae) y Jacaratia digitata (Caricaceae). Fueron capturados cinco individuos
adultos, 2 machos y 3 hembras para su reproducción en cautiverio. Las larvas eclosionadas
se sometieron a las tres dietas por 45 días. Después de este periodo se efectuó
la extracción y se determinó el perfil de ácidos grasos del aceite. Siendo el
ácido graso monoinsaturado oleico (18:1) y el ácido graso saturado palmítico (16:0),
los que se encuentran en mayor abundancia para las tres dietas. Respecto a los ácidos grasos
esenciales, fueron detectados los ácidos grasos linoleico (18:2) y alpha linolénico (18:3) en concentraciones de 1,96 ± 0,028 y 1,14 ± 0,007%, para la dieta de Mauritia
flexuosa, 0,67 ± 0,007 y 0,43 ± 0,035%, para la
dieta de Oenocarpus bataua,
y
0,76 ± 0,000 y 0,29 ± 0,007%,
para la dieta de Jacaratia digitata, respectivamente. Los resultados muestran que las dietas influyen en
el tipo de ácido graso metabolizado y su concentración. La larva es fuente de
ácidos grasos monoinsaturados como el oleico (omega 9) y el palmitoleico (omega
7), y de
los ácidos grasos esenciales linoleico y alpha linolénico
precursores de los ácidos grasos de la familia omega 6 y omega 3.
Palabras Clave: Alimentos exóticos.
Oviposición. Larvicultura. Larvas comestibles. Lípidos.
Abstract: Insects
are an important source of proteins, vitamins, amino acids, minerals, and
lipids. In this context, the present study evaluated the essential fatty acid
profile of the larval oil of Rhynchophorus
palmarum (Coleoptera: Curculionidae) subjected to three plant tissue diets:
Mauritia flexuosa (Arecaceae),
Oenocarpus bataua
(Arecaceae), and Jacaratia
digitata (Caricaceae). Five adult individuals, 2
males, and 3 females were captured for their reproduction in captivity. The
hatched larvae were subjected to the three diets for 45 days. After this period,
extraction was carried out and the fatty acid profile of the oil was
determined. Being oleic monounsaturated fatty acid (18:1) and palmitic
saturated fatty acid (16:0), which are found in greater abundance for the three
diets. Regarding essential fatty acids, linoleic (18:2) and alpha-linolenic
(18:3) fatty acids were detected in concentrations of 1.96 ± 0.028 and 1.14 ± 0.007%,
for the diet of Mauritia flexuosa, 0.67 ±
0.007 and 0.43 ± 0.035%, for the diet of Oenocarpus
bataua, and 0.76 ± 0.000 and 0.29 ± 0.007%, for
the diet of Jacaratia digitata,
respectively. The results show that diets influence the type of fatty acid metabolized
and its concentration. The larva is a source of monounsaturated fatty acids
such as oleic (omega 9) and palmitoleic (omega 7) and of the essential fatty
acids linoleic and alpha-linolenic precursors of the fatty acids of the omega 6
and omega 3 families.
Key words:
Exotic
foods. Oviposition. Larviculture. Edible larvae.
Lipids.
Resumo: Os insetos são uma importante fonte de proteínas,
vitaminas, aminoácidos, minerais e lipídios. Nesse contexto, o presente estudo
avaliou o perfil de ácidos graxos essenciais do óleo de larva de Rhynchophorus
palmarum (Coleoptera: Curculionidae) submetido a três dietas de tecidos
vegetais: Mauritia flexuosa (Arecaceae), Oenocarpus bataua
(Arecaceae) e Jacaratia digitata (Caricaceae). Cinco indivíduos adultos,
2 machos e 3 fêmeas, foram capturados para reprodução em cativeiro. As larvas
eclodidas foram submetidas às três dietas por 45 dias. Após esse período, foi
realizada a extração e determinado o perfil de ácidos graxos do óleo. O ácido
graxo monoinsaturado oleico (18:1) e o ácido graxo saturado palmítico (16:0), são os de maior abundância para as três dietas. Em
relação aos ácidos graxos essenciais, os ácidos graxos linoléico (18:2) e
alfa-linolênico (18:3) foram detectados nas concentrações de 1,96 ± 0,028 e 1,14
± 0,007%, para a dieta de Mauritia flexuosa, 0,67 ± 0,007 e 0,43 ±
0,035%, para a dieta de Oenocarpus bataua, e 0,76 ± 0,000 e 0,29 ±
0,007%, para a dieta de Jacaratia digitata, respectivamente. Os
resultados mostram que as dietas influenciam o tipo de ácido graxo metabolizado
e sua concentração. A larva é uma fonte de ácidos graxos monoinsaturados, como
oleico (ômega 9) e palmitoléico (ômega 7), e dos ácidos graxos essenciais
linoléico e alfa-linolênico, precursores dos ácidos graxos das famílias ômega 6
e ômega 3.
Palavras-chave:
Alimentos exóticos. Oviposição. Larvicultura. Larvas comestíveis. Lipídios.
INTRODUCCIÓN
El consumo de insectos se practica en muchos países
del mundo, principalmente en Asia, África, América y pueblos aborígenes australianos.
La evidencia arqueología sugiere que la entomofagia (consumo de insectos por los
seres humanos) se ha practicado desde la aparición de los seres humanos. Los insectos están
incluidos en la dieta regular de cerca de 2 billones de personas, con un aproximado
de 2000 especies de insectos comestibles. El uso de insectos como alimento
humano puede ser por ingesta de sus huevos, larvas, pupas, así como del animal
adulto (COSTA-NETO, 2013; FAO, 2013).
El mayor grupo de insectos comestibles son los coleópteros (31%), principalmente los escarabajos en su etapa larvaria, lepidópteros (17%), como orugas, himenópteros (15%), entre avispas, abejas y hormigas, Orthopteras (14%), entre grillos, saltamontes y langostas, Hemipteras (11%), como chinches, Isopteras (3%), como termitas, y el resto entre Odonata y díptera (9%) como libélulas y moscas respectivamente. (VAN HUIS, 2019).
Según Costa-Neto (2011), el hábito de comer
insectos puede ser promovida a través de la educación, enfatizando en los beneficios
nutricionales que los insectos comestibles pueden proporcionar.
La cría de insectos
es uno de los caminos para la seguridad alimentaria, presentándose como una
alternativa barata y sostenible, pudiendo generar oportunidades empresariales
en las economías desarrolladas, en fase de transición y en desarrollo (FAO, 2013). Según Defoliart (1995), los insectos son criados de
modo más eficiente que los bovinos, cerdos, aves y peces.
En Japón la especie Oxya yezoensis es comercializada enlatada, cocida en
salsa de soja y azúcar, en Tailandia se puede encontrar insectos enlatados como:
grillos cocidos, pupa de gusano de seda, y larvas de bambú. Productos a base de
insectos se pueden encontrar en restaurantes y supermercados en Europa, Estados
Unidos y Brasil (FAO, 2013; FAPESP, 2020).
La empresa francesa
Jimini´s produce barra de cereales, pasta y granola a
base de insectos, además de bocaditos de insectos deshidratados y sazonados. En
Estados Unidos, la empresa Chirps importa materia prima
de Tailandia para la elaboración de harina, snacks y galletas. En Alemania, BugFoundation vende hamburguesas que llevan un 45% de una
mixtura proteica a base de soya y larva de escarabajo (Alphitobius
diaperinus) (FAPESP, 2020).
Los insectos proporcionan nutrientes de alta calidad en comparación con
la carne, pescado, y presentan un riesgo reducido de transmisión de enfermedades
zoonóticas (enfermedades transmitidas de los animales a los humanos (FAO, 2013).
Los insectos son ricos en aminoácidos, lípidos, vitaminas, minerales y muchos cumplen con los requisitos de aminoácidos para los humanos, son altos en ácidos grasos monoinsaturados, ácidos grasos poliinsaturados, dentro los minerales tenemos, cobre, hierro, magnesio, manganeso, fósforo, selenio y zinc, vitaminas como riboflavina, ácido pantoténico, biotina y en algunos casos ácido fólico (RUMPOLD; SCHLÜTER, 2013; VAN HUIS, 2013).
Existe un interés creciente por los insectos, no solo para consumo humano, sino como fuente alternativa de proteínas para la producción de alimento para animales, pues los insectos pueden complementar las fuentes de alimentos tradicionales como la soja, el maíz y la harina de pescado (VAN HUIS, 2013).
El contenido de proteína sobre una base de materia seca de los insectos varía entre 7 y 91% (FINKE; OONINCX, 2013).
Los
lípidos son considerados como buena fuente de energía, vitaminas liposolubles
(A, D, E y K) y de ácidos grasos esenciales. Los ácidos grasos esenciales no pueden
ser sintetizados por el organismo humano y tienen que ser suministrados a
través de la dieta, su ausencia en el organismo podría producir diversos trastornos
como: dermatitis, mala cicatrización de las heridas, coagulación sanguínea
dificultosa, entre otras (CALDER, 2011;
ESHAK
et al., 2018).
Entre
los ácidos grasos sólo los de la familia omega 6 (n-6) y omega 3 (n-3) son
esenciales. Los principales representantes de la familia omega 6 son: ácido linoleico
o LA (18:2n-6), ácido araquidónico o ARA (20:4n-6), y de la familia omega 3 son:
ácido alpha linolénico o ALA (18:3n-3), ácido eicosapentaenóico o EPA (20:5n-3) y el ácido docosahexaenóico o DHA (22:6n-3) (SIMOPOULOS,
2016; WATANABE;
TATSUNO, 2020).
Los ácidos grasos
de cadena larga de las familias n-6 y n-3 son fundamentales en la función, estructura,
fluidez y actividad proteica de la membrana celular (ANTONNY et al., 2015; BIGAY; ANTONNY, 2012). Son necesarios para mantener bajo condiciones normales,
las funciones cerebrales y la transmisión de impulsos nerviosos. Estos también
participan en la transferencia de oxígeno atmosférico para el plasma sanguíneo,
en la síntesis de la hemoglobina y división celular (YEHUDA et al., 2002).
El ácido araquidónico (ARA) y el docosahexaenoico (DHA) son fundamentales en la formación de la estructura y en la funcionalidad del sistema nervioso y visual de los humanos, constituyendo más del 30% de la estructura lipídica del cerebro y de la retina (VALENZUELA; NIETO, 2003). Así también el ácido graso eicosapentaenoico (EPA), junto con el ácido docosahexaenoico (DHA) son generadores de lipídicos bioactivos mediadores importantes en la resolución de la inflamación (WEYLANDT et al., 2012).
Los ácidos grasos
de las familias n-6 y n-3 son obtenidos por medio de la dieta o producidos por
el organismo a partir de los ácidos linoleico y alfa-linolénico mediante la
acción de las enzimas enlongasa y desaturasa
(FABIAN et al., 2015).
En
la región Madre de Dios, así como en otras regiones amazónicas del Perú, existe
una gran diversidad de alimentos exóticos con características muy peculiares,
que constituyen la dieta del poblador amazónico, entre las cuales se destaca la
larva de Rhynchophorus palmarum L. (Coleóptera:
Curculionidae). La larva es fuente de energía y proteína, y su consumo también fue reportado en poblaciones
indígenas amazónicas en Ecuador, Colombia y Venezuela (CARTAY,
2018; DUE et al., 2009; SANCHO
et al., 2015; VARGAS et al., 2013).
En la Amazonía
peruana, las larvas de R. palmarum son extraídas principalmente del estípite de la
palmera Aguaje (Mauritia flexuosa). Esta especie posee un alto
valor económico, pues de ella se obtiene su fruto y derivados de la misma (KAHN; MEJÍA, 2006), altamente demandados, tanto
en las regiones amazónicas, así como en diversas regiones del Perú.
Con la finalidad
de masificar la producción de esta larva, Delgado
et al. (2008), propuso el empleo de
palmeras “macho” de M. Flexuosa para
su producción en áreas con sobre población de palmeras “macho”. Esto debido a
la tala de palmeras “hembras” para la obtención de su fruto y así liberar áreas
para plántulas en crecimiento, no en tanto, esto también podría generar problemas
en las poblaciones naturales.
El R. palmarum es
un insecto polífago que afecta a una gran variedad
de especies, donde predomina la familia Arecaceae, así como: Caricaceae; Gramineae;
Musaceae; Bromeliaceae; Anacardiaceae; Annonaceae; Lauraceae; Rutaceae y Moraceae (QUEIROZ et al., 2013). Estas son fuentes de alimento para los adultos, que pueden ser tomadas
en consideración al momento de implementar su cría, así como también los residuos
orgánicos de especies pertenecientes a estas familias, pues algunas especies de insectos pueden cultivarse en
residuos orgánicos, y así contribuir a la disminución de la contaminación
ambiental (VELDKAMP et al., 2012).
En tal sentido, el presente estudio
tuvo como objetivo evaluar el perfil de ácidos grasos esenciales del aceite de
las larvas de Rhynchophorus palmarum sometida
a tres dietas de tejidos vegetales: Mauritia flexuosa (Arecaceae),
Oenocarpus bataua
(Arecaceae) y Jacaratia digitata (Caricaceae).
MATERIAL Y MÉTODOS
La investigación se realizó en las
instalaciones del Laboratorio de Procesos Agroindustriales, de la Universidad Nacional
Amazónica de Madre de Dios, ubicada en la ciudad de Puerto Maldonado, Madre de
Dios-Perú.
Los especímenes adultos de R. palmarum fueron
capturados en la comunidad de Bajo Madre de Dios (E: 0488185, W: 8606283), provincia y distrito de Tambopata, región
Madre de Dios-Perú (Figura 1).
La captura fue realizada utilizando
como atrayente el tejido fresco del estípite de la palmera Attalea phalerata
(Arecaceae) conocido
con el nombre común de Shapaja. El tejido fue colocado en envases plásticos por
un tiempo de 48 h, donde los especímenes adultos fueron atraídos, capturados
manualmente y colocadas en frascos de vidrio con tapas perforadas, capturándose
5 especímenes (3 hembras y 2 machos), consiguiendo diferenciarlos pues, los
machos presentan un penacho de pelos en el rostrum
(pico), las hembras tienen el rostrum curvo y liso características
muy visibles (MEXZÓN et al., 1994).
Figura 1. Ubicación de la comunidad de Bajo Madre de Dios provincia
y distrito de Tambopata, región Madre de Dios.
Fuente: Autores (2020).
La oviposición se llevó a cabo
dentro de una caja de madera con dimensiones de 0,20 m de ancho, 0,20 m de largo
y 0,25 m de alto. Esta caja fue construida con un lado de cristal transparente
para permitir el monitoriamente visual y una de malla fina para permitir el
flujo de aire (Figura 2). Los especímenes adultos de R. palmarum fueron colocados en la caja
de oviposición con 400 g de tejido vegetal por un periodo de 24 h por cada tipo
de tejido vegetal: M. flexuosa, O. bataua y J. digitata.
Los tejidos
vegetales ovipositados se colocaron en cajas de cristal
con dimensiones de 0,18 m de ancho, 0,20 m de largo y 0,10 m de altura y fueron
cubiertas con material plástico para evitar la resequedad de las
mismas por un periodo de 14 días.
Todo el experimento
fue llevado a cabo en condiciones de temperatura ambiente, entre 30-33°C y humedad
relativa entre 71-74%.
Figura
2.
R. palmarum
ovipositando en tejido vegetal de M. flexuosa (A), O. bataua (B) y J. digitata (C).
Fuente: Autores (2020).
Durante este periodo
de 14 días, se llevó a cabo la eclosión de los huevos y los primeros días de
crecimiento larvario, para después ser extraídas (Figura 3). Fueron seleccionadas
21 larvas por cada tipo de dieta (tejido vegetal de M. flexuosa, O. bataua y J. digitata),
buscando uniformidad de tamaño y buen estado físico (sin lesiones aparentes),
sumando 63 larvas.
Cada larva seleccionada
fue inmediatamente colocada en 200 g de su respectiva dieta (tejido vegetal de M. flexuosa, O. bataua
y J. digitata), y distribuidas individualmente en cajas
de cristal de dimensiones 0,11 m de ancho, 0,18 m de largo y 0,10 m de altura. Cada
dieta fue renovada entre 2 y 3 días, dependiendo de la velocidad de alimentación
de cada larva. La etapa de cría duro un periodo de 45 días, contados a partir de
finalizado la oviposición.
Figura 3. Huevos (A) y larvas
de 14 días de cría (B) de R. palmarum.
Fuente: Autores
(2020).
Finalizada la etapa de cría se seleccionaron 15 larvas, formando tres
grupos de 5 larvas por cada tipo de dieta (repeticiones), sumando 45 larvas y 9
grupos. Cada grupo fue sometida a las siguientes operaciones de acondicionamiento:
descabezado, eviscerado, reducción de tamaño del cuerpo graso a 0,5 cm2,
secado en estufa (Tomos ODGH-9053) a 50 °C por
3 h y enfriado en campanas desecadoras por 30 min. Para después ser sometido a
extracción empleando el método de Soxhlet (TZOMPA-SOSA et al., 2014), utilizando como solvente
hexano (C6H14) al 98,5%, la extracción fue llevada a cabo
por 90 min. El contenido graso obtenido se llevó a estufa a 68 °C por 5 h, con la
finalidad de eliminar restos del solvente, seguidamente fue sometido a enfriamiento
en campana desecadora, envasada y almacenada en frascos de vidrio ámbar de 2 mL a -20 °C, para análisis posterior.
Las dietas fueron analizadas
siguiendo las orientaciones de la AOAC, para humedad (AOAC 930.04 2005),
Cenizas (AOAC 930.05 2005), Proteína (978.04 (A) 2005), y las normas técnicas
peruanas para Fibra (NTP 250.003 1980), Azucares reductores totales (NTP
290.173 1999), Grasa cruda (NTP 250.041 1976) y Carbohidratos por diferencia.
El perfil de ácidos
grasos del aceite fue determinado empleando un cromatógrafo de gases (Perkin
Elmer Autosystem XL) acoplado a un detector de ionización
de flama (FID). Previamente al análisis las muestras de aceite fueron
esterificadas con una solución metanólica de hidróxido
de potasio (RUIZ
et al., 2013). Las condiciones de análisis
fueron: Temperatura del horno de 160–230 °C (1 °C/min), temperatura del inyector
de 250 °C, temperatura del detector de 270 °C, presión de hidrógeno de 5 psi,
Split de 100:1 y un volumen de inyección de 2 µl. Tipo de columna Supelcowax-10
de sílice fundida (Supelco) de 30 m de longitud, 0,25
mm de diámetro interno y 0,25 µm de espesor de película, y un tiempo de análisis
de 65 min.
Para el análisis
estadístico se utilizó el programa estadístico Sisvar
5.6. Se aplicó un análisis de varianza (ANOVA) con un nivel de significancia
del 5%, los pares de medias fueron comparados mediante la prueba de Tukey
(p<0,05).
RESULTADOS Y DISCUCIONES
La Tabla 1 muestra la composición
proximal y el valor calórico de los tejidos internos de los estípites de M. flexuosa, O. bataua
y J. digitata,
utilizados como alimentos para las larvas de R. palmarum, se puede observar que los
componentes mayoritarios son: agua y carbohidratos, siendo el tejido de J. digitata el que
presento mayor contenido de humedad, en contraste fue el que presento el menor
contenido de carbohidratos, hecho que influiría en la disponibilidad de energía
calórica, pudiendo esto comprometer el crecimiento y desarrollo de las larvas (GIBLIN-DAVIS
et al., 1989).
Tabla 1. Composición
química proximal (100 g) de los tejidos vegetales de M. flexuosa, O. bataua y J. digitata. |
|||
Composición |
Tejido vegetal |
||
M. flexuosa |
O. bataua |
J. digitata |
|
Humedad (g) |
67,2 |
69,5 |
94,1 |
Proteína cruda (g) |
0,6 |
0,6 |
0,3 |
Grasa cruda
(g) |
0,1 |
0,1 |
0,1 |
Cenizas totales
(g) |
0,5 |
0,3 |
1,1 |
Carbohidratos (g) |
31,6 |
29,5 |
4,4 |
Fibra cruda (g) |
3,9 |
4,1 |
1,6 |
Energía (Kcal) |
129,7 |
121,3 |
19,7 |
Azucares reductores
(g) |
0,0 |
0,0 |
0,0 |
El contenido graso
observado en las larvas alimentadas con tejido del estípite de M. flexuosa, O. bataua
y J. digitata
(Tabla 2) fueron próximos a lo reportado por Gbogouri
et al. (2013), que obtuvo 21,8%. Vargas et
al. (2013),
en un estudio con larvas extraídas del medio
natural del estípite de M. flexuosa y
comercializadas en el mercado de la ciudad de Belén de Iquitos-Perú, obtuvo un contenido graso de
22,11 y 44,30%, para la piel y el tracto digestivo respectivamente. En otro estudio
con larvas de R. palmarum
extraídas de estípites de palmeras nativas en Costa de Marfil, mostraron un contenido
graso de 35 y 49% (DUE
et al., 2009).
Las larvas sometidas
a la dieta de M. flexuosa y
O. bataua
evidenciaron mayor contenido graso, y presentaron diferencia significativa (p<0,05),
respecto a las larvas sometidas a la dieta J. digitata (Tabla 2). Asimismo, se puede observar que el
contenido graso de las larvas alimentadas con los diferentes tejidos vegetales presenta
una correlación positiva respecto al contenido de carbohidratos (rPearson=0,980), y de energía calórica (rPearson=0,980) de las dietas (Tabla 1).
La correlación
positiva observada entre el contenido de carbohidratos, energía de las dietas y
el contenido lipídico de las larvas de R.
palmarum, puede explicarse debido a que el metabolismo
de las larvas les permite almacenar la energía calórica en la forma de
compuestos lipídicos, especialmente triglicéridos, sintetizados a partir de los
nutrientes disponibles en las dietas suministradas, especialmente los carbohidratos
(SANTANA
et al., 2014). Según Angel-Dapa
et al. (2010), en los insectos, los lípidos
juegan un papel clave en la maximización de la tasa de huevos eclosionados
(fecundidad), crecimiento larvario y supervivencia.
Tabla
2. Contenido graso de las larvas de R. palmarum |
||
Larva por fuente
alimentícia |
Grasa (%) |
|
M. flexuosa |
24,40 ± 0,413a |
|
O. bataua |
23,04 ± 0,825a |
|
J. digitata |
19,42 ± 0,421b |
|
Datos
expresados en promedio ± desviación estándar. Medias
seguidas de letras iguales no son significativamente diferentes por la prueba
de Tukey al 5% de probabilidad. |
||
En los datos reportados
en la tabla 3 se observa el peso y longitud de las larvas sometidas a las tres
dietas a los 14 días, etapa en la cual se buscó homogeneidad de las larvas en los
tratamientos, donde la variable Peso, no presenta diferencia estadística significativa
(p<0,05), mientras que, la variable Longitud evidencia diferencia estadística
significativa (p<0,05) entre las dietas J. digitata y O.
bataua.
Para los datos obtenidos a los 45 días de
cría (Tabla 3), se observa diferencia estadística significativa (p<0,05), entre
las dietas M. flexuosa y O. bataua para la variable Peso. Respecto a la variable Longitud,
entre las dietas J. digitata y O. bataua. Datos
que fueron inferiores a lo encontrado en la literatura (DELGADO
et al., 2008; MEXZÓN
et al., 1994).
En el presente estudio, la etapa de cría
se contabilizó concluida la oviposición en los tejidos vegetales, donde los
huevos permanecieron dentro del tejido vegetal sin poder visualizar el momento
de la eclosión de las mismas, y considerando que la fase de huevo en promedio
es 3,5 días (MEXZÓN
et al., 1994), resultando así un periodo de
41,5 días, siendo el desarrollo larvario entre 50 a 70 días (DELGADO
et al., 2008), este hecho podría explicar los
parámetros de peso y longitud observadas en las larvas concluido el periodo de cría
(Tabla 3).
Es probable que, al aumentar el periodo
de cría, se podría alcanzar mayor peso, longitud y contenido graso, como lo reportado
en estudios anteriores. Estos parámetros en los insectos se ven influenciados
por la etapa de desarrollo larvario, la calidad
nutritiva de la dieta suministrada, y el medio ambiente (temperatura, humedad y
fotoperíodo). Así también, factores ambientales podrían explicar la mortandad
observada (Tabla 3), donde las larvas sometidas a la dieta de J. digitata, presentaron
la tasa de mortalidad más baja (FINKE;
OONINCX, 2013).
Tabla
3. Peso, longitud y mortalidad de las larvas de R. palmarum. |
||||
Tiempo |
Parámetro |
Dieta |
||
M. flexuosa |
O. bataua |
J. digitata |
||
14 días
|
Peso
(g) |
0,46 ± 0,086a |
0,40 ± 0,041a |
0,36 ± 0,007a |
Longitud
(cm) |
0,62 ± 0,047ab |
0,53 ± 0,024b |
0,72 ± 0,024a |
|
45 días
|
Peso
(g) |
3,81 ± 0,209a |
2,78 ± 0,317b |
3,42 ± 0,218ab |
Longitud
(cm) |
3,10 ± 0,170ab |
2,40 ± 0,216b |
3,30 ± 0,386a |
|
Mortalidad
(%) |
14,28 |
19,04 |
9,52 |
|
Datos
de peso y longitud expresados en promedio ± desviación estándar. Medias seguidas de letras iguales entre
filas no son significativamente diferentes por la prueba de Tukey al 5% de
probabilidad. |
La tabla 4 muestra
la composición de ácidos grasos de la larva de R. palmarum. El contenido de ácidos grasos saturados
de este estudio, difiere respecto a lo reportado por otros autores donde sólo reportan los ácidos grasos mirístico
(14:0), palmítico (C16:0), y esteárico (18:0) en concentraciones próximas (DUE et al., 2009; GBOGOURI et al., 2013; VARGAS et al., 2013). Sancho et al. (2015),
reporta sumado a los tres anteriormente mencionados, el ácido graso láurico (12:0), ácido graso encontrado en este estudio, sólo en
larvas sometidas a la dieta de J. digitata,
Así mismo, reporta el ácido graso palmítico (C16:0), en una concentración
inferior (28%).
En el presente estudio, los ácidos grasos caprílico
(8:0), cáprico (10:0) y láurico (12:0), sólo fueron detectados
en las larvas sometidas a la dieta de J. digitata, y el ácido graso heptadecaenoico (17:0)
únicamente fue detectado en las larvas sometida a la dieta de M. flexuosa.
El ácido graso
monoinsaturado oleico (C18:1), en estudios
similares fue reportado en concentraciones de 46,71 y 59,20% (DUE
et al., 2009; SANCHO et al., 2015),
superior a lo obtenido en este estudio, también concentraciones
próximas fueron reportados por Vargas
et al. (2013) y Gbogouri
et al. (2013), con 41,57 y 44,6%, respectivamente. Estos
datos permiten considerar el aceite de larva de R. palmarum
como buena fuente de este. El ácido oleico es importante en nuestra dieta, pues
ayuda a la reducción plasmática de las lipoproteínas de baja densidad (LDL) y
colesterol total, presentando efectos benéficos para la salud humana reduciendo
el riesgo de enfermedades cardiovasculares (JORIS; MENSINK, 2016; VAFEIADOU
et al., 2015).
El ácido graso
monoinsaturado palmitoleico (16:1), fue reportado en
concentraciones de 1,01, 1,20 y 2,10% (GBOGOURI
et al., 2013; SANCHO et al., 2015; VARGAS
et al., 2013),
próximos a lo obtenido en esta investigación. Este ácido graso
viene teniendo una notable importancia en los últimos años, pues se le
atribuyen una serie de beneficios, al ser un potente antinflamatorio, aumenta
la expresión genética de PPAR-α (Receptor
activado por proliferadores de peroxisoma alfa), es
un inhibidor de NFkB (factor nuclear kappa B),
reconocido por aumentar la inflamación celular (SOUZA
et al., 2017), algunos estudios señalan que
su consumo reduciría el riesgo de enfermedades inflamatorias, metabólicas y
mejora de la sensibilidad a la insulina (KRATZ et al., 2014). Además, actúa como un importante señalizador de
reacciones metabólicas en adipocitos (PASSOS
et al., 2016).
En estudios
realizados con larvas colectados del medio natural, han reportado ácidos grasos
pertenecientes a la familia omega 6 y omega 3, como son los ácidos grasos esenciales
linoleico y alpha linolénico, en concentraciones semejantes
(1,93 y 1,05%) (SANCHO
et al., 2015), e inferiores (1,10 y 0,30%)
(VARGAS
et al., 2013). Así también, Gbogouri
et al. (2013),
reporta concentraciones superiores para ambos ácidos grasos con 4,30 y 1,40%,
respectivamente.
En este estudio, el
aceite de larva sometida a la dieta de M.
flexuosa (Tabla 4),
presento un mayor contenido de estos. La presencia de estos dos ácidos grasos eleva la importancia nutritiva de la larva de R. palmarum, pues estos dos ácidos grasos, el ser humano no los puede
sintetizar y tienen que ser adquiridos mediante la dieta, y son necesarios para
el normal desarrollo del ser humano, especialmente en los primeros años de vida,
cumpliendo diversas funciones de tejido (MICHAELSEN et al., 2009).
Además, a partir de estos dos ácidos grasos esenciales pueden ser sintetizados
los demás ácidos grasos esenciales de la familia omega 6 y omega 3 (FABIAN et al., 2015).
Para la prevención
de enfermedades cardiovasculares, se recomienda su consumo en una proporción n-6/n-3
de 4:1 o menos (FOGANG MBA et al., 2017). La relación n-6/n-3 en el
aceite de larva sometida a la dieta de J. digitata es la más próxima a lo
recomendado. Esto demuestra el potencial que la larva de R. palmarum, no solo desde el punto de vista nutritivo, sino
también ayudaría a la prevención de enfermedades cardiovasculares.
En la Amazonía peruana,
pobladores rurales y grupos indígenas utilizan el aceite de esta larva para tratar
enfermedades respiratorias (tos, asma, resfriados, tuberculosis, entre otros). Según
Delgado
et al. (2019), estos atributos estarían
relacionados con la presencia de estos ácidos grasos esenciales (linoleico y alpha linolénico).
Tabla
4. Composición de ácidos grasos del aceite de larva de R. palmarum. |
|||
Ácidos
grasos (%) |
Dieta |
||
M. flexuosa |
O. bataua |
J. digitata |
|
08:0 Caprílico
|
- |
- |
0,26 |
10:0 Cáprico |
- |
- |
0,29 |
12:0 Láurico |
- |
- |
0,28 |
14:0 Mirístico |
2,08 ± 0,028b |
2,11 ± 0,000b |
2,56 ± 0,014a |
16:0 Palmítico |
41,81 ± 0,877b |
44,56 ± 0,240a |
43,91 ± 0,375ab |
16:1 Palmitoleico |
1,45 ± 0,007b |
1,34 ± 0,021c |
1,72 ± 0,014a |
17:0 Heptadecaenoico |
0,26 |
- |
- |
18:0 Esteárico |
5,95 ± 0,255b |
8,13 ± 0,106a |
5,16 ± 0,064c |
18:1w-9 Oleico |
43,54 ± 0,248a |
42,06 ± 0,276b |
43,01 ± 0,057a |
18:2w-6 Linoleico |
1,96 ± 0,028a |
0,67 ± 0,007c |
0,76 ± 0,000b |
18:3w-3 α-Linolénico |
1,14 ± 0,007a |
0,43 ± 0,035b |
0,29 ± 0,007c |
20:0 Araquídico
|
0,72 ± 0,007a |
0,72 ± 0,000a |
0,58 ± 0,007b |
Total MUFA |
44,99
± 0,180a |
43,40
± 0,210b |
44,73
± 0,050b |
Total PUFA |
3,10
± 0,025a |
1,10
± 0,030b |
1,05
± 0,005b |
n-6/n-3 |
1,72 ± 0,010b |
1,56 ± 0,080b |
2,62 ± 0,045a |
Total saturados (AGS) |
50,82 ± 0,335c |
55,51 ± 0,255a |
53,03 ± 0,200b |
Total insaturados (AGI) |
48,08 ± 0,205a |
44,48 ± 0,240c |
45,77 ± 0,045b |
AGS/AGI |
1,06 ± 0,012c |
1,25 ± 0,001a |
1,16 ± 0,006b |
Datos
expresados en promedio ± desviación estándar. Medias seguidas de letras iguales entre
filas no son significativamente diferentes por la prueba de Tukey al 5% de
probabilidad. MUFA: ácidos grasos monoinsaturados; PUFA: ácidos grasos
poliinsaturados. |
En
cuanto al contenido de ácidos grasos saturados e insaturados, el perfil de ácidos
grasos del aceite para las tres dietas mostraron un mayor porcentaje de ácidos
grasos saturados, que lo reportado para larvas colectadas de estípites del
medio natural (DUE
et al., 2009; VARGAS
et al., 2013). En este estudio el aceite de larva sometidas a la dieta de
M. flexuosa presento menor porcentaje de ácidos
grasos saturados.
Comparado los valores de grasas
saturadas, monoinsaturados y poliinsaturados, el aceite de larva de R. Palmarum se
asemeja a la grasa de la carne de res que contiene 54, 44 y 2%, respectivamente
(ROSKOSKI,
1998). Según DeFoliart
(1992), algunos insectos pueden presentar mayor contenido de
ácidos grasos esenciales (linoléico y alpha linolénico) que la carne
bovina. Los ácidos grasos poliinsaturados tienen funciones fisiológicas
importantes y son reguladoras claves de las propiedades de la membrana celular,
así también, cumplen importantes funciones estructurales y funcionales en el
cerebro humano (DYALL, 2015; MÜLLER et al., 2015).
Comparando el aceite de larva de R. palmarum con
fuentes lipídicas comunes, este mostró un porcentaje de ácidos grasos saturados
e insaturados semejante al aceite de palma (BOATENG
et al., 2016), y mayor porcentaje de
insaturados para algunas fuentes como: aceite de coco, mantequilla, carne de
res, manteca de cacao, entre otros (DORNI
et al., 2018; ROSKOSKI, 1998; WALLACE,
2019; WANG;
MALEKY, 2018). Este hecho hace destacar su
importancia nutritiva, pudiendo ser considerada un alimento saludable, pues el
consumo de alimentos ricos en ácidos grasos insaturados tiene un efecto
positivo para la salud humana (CABEZAS
et al., 2016), estas características
podrían ser aprovechados tanto en la industria de alimentos, cosmética y farmacéutica
(DUE et al., 2009; VARGAS et al., 2013).
En
la comparación de medias (p<0,05) de los ácidos grasos insaturados para las tres dietas.
El ácido graso oleico muestra diferencia significativa para las dietas M. flexuosa-O. bataua y O. bataua-J. digitata.
Para
los ácidos grasos palmitoleico, linoleico
y alpha linolénico se evidenció diferencia significativa entre las tres dietas (Tabla
4).
CONCLUSIONES
Las dietas suministradas a las
larvas de Rynchophorus palmarum
influyen en el tipo de ácido graso metabolizado y su concentración. La larva es fuente de los ácidos grasos monoinsaturados,
oleico (omega 9) y palmitoleico (omega 7), así como de los ácidos grasos esenciales, linoleico y alpha linolénico precursores de los ácidos grasos de la familia
omega 6 y omega 3. Se podría
considerar que, el aceite obtenido de las larvas sometidas a la dieta de Mauritia flexuosa es más saludable, teniendo en consideración que presenta mayor
porcentaje de ácidos grasos insaturados.
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