Estratégias de rastreamento no câncer colorretal: análise do impacto do monitoramento

Resumen

El cáncer colorrectal (CCR) es la segunda causa de muerte por cáncer en todo el mundo, y la mayoría de los casos se desarrollan lentamente a partir de lesiones precursoras. El cribado es eficaz para reducir la mortalidad y los costes de tratamiento, pero la adherencia al cribado es baja en muchos países, oscilando entre el 19% y el 69%. Aunque el cribado puede aumentar inicialmente la incidencia detectada, es crucial para detectar el cáncer precozmente y mejorar las tasas de éxito del tratamiento. Entre las pruebas disponibles se encuentran las fecales, las sanguíneas y las de imagen. Esta investigación pretende evaluar la eficacia del cribado en individuos con antecedentes familiares de CCR, especialmente para mejorar las pautas y reducir la mortalidad en la población de alto riesgo. Se trata de una revisión cualitativa de la literatura realizada en septiembre de 2024, utilizando bases de datos como SciELO, BVS, PubMed y Google Scholar. La búsqueda se realizó utilizando los términos «Colorectal Cancer» y «screening», combinados con «AND». Se incluyeron artículos, revisiones y capítulos de libros relevantes, sin limitación de tiempo, y escritos en inglés o portugués. Se excluyeron los artículos incompletos, duplicados o irrelevantes. Los estudios seleccionados serán analizados para enriquecer las discusiones e inferencias sobre el tema. El tratamiento del CCR enfrenta desafíos en la detección precoz y el tratamiento eficaz, lo que requiere nuevas moléculas para el diagnóstico y la terapia. Las pruebas no invasivas incluyen exámenes fecales (gFOBT, FIT y ADN fecal) y radiológicos (enema opaco, cápsula endoscópica y CTC). La colonoscopia es la prueba de referencia para el cribado y el tratamiento y se recomienda cada 10 años, mientras que las recomendaciones de las pruebas fecales varían. El análisis destaca que, a pesar de los avances, la mortalidad por CCR es significativa, y la colonoscopia y las pruebas de ADN fecal muestran potencial para reducir la mortalidad. Sin embargo, el cumplimiento de las directrices y la eficacia de las pruebas siguen siendo áreas de debate. El futuro requiere más investigación y adaptaciones de las directrices para optimizar el cribado y la gestión clínica del CCR.