Intervención precoz en la rehabilitación post-ictus: evaluación de la recuperación funcional y la calidad de vida

Resumen

El accidente cerebrovascular (ACV) es una afección neurológica grave causada por isquemia o hemorragia en las arterias cerebrales, que provoca deficiencias motoras y cognitivas. El accidente cerebrovascular es una de las principales causas de mortalidad y discapacidad en todo el mundo, y afecta a unos 16 millones de personas al año. La edad es un factor crucial, ya que la mayoría de los pacientes tienen más de 65 años. Aunque las tasas de mortalidad y prevalencia han disminuido debido a los avances en el tratamiento, las cifras absolutas de muertes y años de vida perdidos siguen aumentando. La rehabilitación precoz es esencial para mejorar la recuperación funcional de los pacientes, y este artículo tiene como objetivo investigar el impacto de las estrategias de intervención temprana en la recuperación post-ictus. Se trata de una revisión cualitativa descriptiva de la literatura, con una búsqueda sistemática en bases de datos académicas (PubMed, Scopus, Google Scholar) utilizando descriptores como "intervención temprana post-ictus". El estudio, realizado en septiembre de 2024, seleccionó artículos originales y libres en portugués o inglés, excluyendo los trabajos incompletos o repetidos. El periodo post-ictus se divide en fases: hiperagudo (primeras 24 horas), agudo (primeros 7 días), subagudo precoz (primeros 3 meses), subagudo tardío (meses 4-6) y crónico (a partir de los 6 meses). La recuperación depende en gran medida del tiempo, ya que los procesos de plasticidad cerebral comienzan rápidamente después del accidente cerebrovascular y varían en eficacia a lo largo de las diferentes fases. Las mejorías más significativas se producen en las primeras semanas, alcanzando una meseta a los tres meses, con una posible recuperación posterior en la fase crónica con una intervención continuada. La movilización temprana juega un papel controvertido en la fase aguda, y la fisioterapia, la terapia ocupacional y la logopedia son esenciales para la recuperación funcional y la calidad de vida. El enfoque multidisciplinario y personalizado, combinado con la medicación para controlar los síntomas y prevenir complicaciones, es crucial para optimizar los resultados. Se recomienda continuar explorando y mejorando las prácticas de rehabilitación para maximizar la recuperación de los pacientes después de un accidente cerebrovascular.